Decía Stella McCartney en el backstage que está pasando por una etapa en la que no le apetece nada pensar en tacones súper altos y sexys, que necesita algo más… relajado. Y esa es exactamente la esencia de la colección primaveral que ha presentado en París; prendas tranquilas, de colores y sentir optimistas que incitan a pensar en días igualmente calmados en los que un vestido amplio y un par de sandalias son lo único que hace falta y que realmente importa.
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